La hora de tutoría nos encanta porque sirve para un montón de cosas. Tenemos nuestro momento para hablar entre todos y decir qué cosas no nos gustan y cuáles sí, comentamos de nuevo los problemas que solemos tener en el recreo y también nos desahogamos.
En la pasada clase de tutoría, para integrar valores de cooperación en el grupo, el hicimos varios juegos cooperativos muy divertidos.
Uno de ellos fue el juego de las sillas, pero no el que casi todo el mundo conoce, sino una vertiente más amistosa. Los niños, en vez de tener que sentarse cada uno en una silla, donde uno de ellos se queda sin sitio ya que hay una silla de menos, tienen que conseguir que todos se sienten, nadie puede quedarse sin sitio.
De esta manera, estamos consiguiendo que todos colaboren para ayudarse y nadie tiene que ser eliminado porque juegan como un solo equipo, no de manera individual.
Por último y muy importante, al finalizar el juego hicimos una reflexión entre todos para ver las cosas positivas que tiene esta otra manera de jugar.
A continuación, voy a poner varios vídeos donde se ve cómo se desarrolló la actividad.